Esta mañana me he tomado el café leyendo un interesante artículo en El Correo de Andalucía en el que se abordaba el tema de la homosexualidad en la escuela. Con un título ciertamente llamativo, analiza someramente el tratamiento que sobre este tema se hace en los currículos de las distintas materias de la educación obligatoria en Andalucía. Al leerlo, he constatado que su autor efectivamente está en lo cierto al afirmar que, en el mejor de los casos, se trata el tema de la homofobia (como una conducta comportamental que necesariamente tiene que ser abordada en tanto en cuanto es una de las formas más comunes de violencia escolar), pero no se analiza la homosexualidad desde una perspectiva normalizada. Esto me ha hecho recordar otro artículo que leía hace unos días y en el que se decía lo propio respecto a la educación sexual desde un punto de vista genérico, y el tratamiento preventivo que se hacía en la escuela respecto a las prácticas de riesgo. En aquel caso también se afirmaba que no había una educación afectivo-sexual. Por cuestiones de tipo ideológico o religioso que lamentablemente poco tendrían que incidir en una educación que dice llamarse pública, el tema de la homosexualidad resulta ser aún más tabú, y ni siquiera la Consejería de Educación parece haber planteado de forma seria que esta carencia en la formación del alumnado sea suplida.
Se da el caso, dice el artículo, que las dos únicas materias que tratan en su temario la homosexualidad - Educación para la Ciudadanía y Cambios Sociales y de Género- han suscitado un debate social sin precedentes, cuando dicho tema sólo era citado en una unidad didáctica, en relación al matrimonio entre personas del mismo sexo, reconocido desde un punto de vista legislativo en nuestro país desde la pasada legislatura.
Se hace necesario, por tanto, abordar con normalidad este tema, como forma de prevención de una homofobia que, en realidad, sólo responde al rechazo a lo desconocido, a lo considerado anormal. Pero en este, como en otros temas, el profesorado no puede caminar solo. Hace falta apoyos por parte de la administración, empatía por parte de la sociedad, sensibilización por parte de las familias... pues hasta que no pueda verse con naturalidad una relación homosexual en la escuela, hasta que ningún adolescente tenga que renegar de sus sentimientos por miedo al rechazo de sus compañeros, no habremos alcanzado en la escuela eso que llamamos Igualdad... hace falta que el gay entre en el temario, para que pueda salir del armario.
Dado que soy consciente que incluso entre mis compañeros y compañeras esta cuestión puede causar alguna opinión contraria, animo a todo aquel que quiera a compartir aquí mismo sus ideas sobre el tema.
Creo que todo lo sexual levanta ampollas en educación, pero si se trata de homosexualidad es que resulta mucho peor, porque, a pesar de las leyes, quiere reducirse al ámbito de la invisibilidad: No tenemos alumnos homosexuales.
ResponderEliminarLo que viene a ser, los niños, niñas no tienen sexualidad. la sexualidad es algo sucio que se desarrolla en la edad adulta, y hay cosas de las que es mejor no hablar vaya a ser que espabilemos a los niños.
Pretendidamente se incluye a los niños7niñas, en un limbo de "pureza" que no es tal: NO lo fue en mi infancia, rígida y ultracatólica ni lo es ahora.
En las aulas hay de todo, niños que intentan abusar y abusan de sus compañeras y compañeros (y me refiero a la sexualidad) niños y niñas que tienen fantasías sexuales con otros niños de su mismo sexo, niños que son indiferentes a la sexualidad (los menos), niños y niñas que tienen relaciones sexuales completas desde los 11 años, heterosexuales y homosexuales.
Negar la realidad ni es científico ni educativo.