miércoles, 17 de febrero de 2010

El silencio del machismo

Resulta llamativo que aún en se discuta el papel que la mujer puede desempeñar en diferentes sectores sociales; por ejemplo en las hermandades. Por eso es interesante el siguiente artículo aparecido recientemente en la prensa:


Tres hermandades de la Semana Santa de Sevilla no reforman sus reglas para reconocer el derecho de sus hermanas a procesionar. Por lo tanto, la noticia sigue siendo que el hombre muerde al perro, y no que la del Gran Poder al fin asuma la igualdad de sexos siquiera por una madrugada al año. El interés del tema está ligado a la importancia que las hermandades tienen en la vida social, y denota el grado de evolución o inmovilismo que deja su impronta. Más de diez años hace que el Arzobispado dio su espaldarazo a la apertura, y aún no ha concluido el proceso. Muchos hombres lo han aceptado a regañadientes (pese a ser abogados, notarios, profesores universitarios o magistrados porque los títulos enmarcados no garantizan la altura de miras) y algunos se resisten, como adalides del machismo asociativo. Hagan la traslación: si ellos mandaran en el conjunto de la ciudad como influyen en sus hermandades, sin los contrapesos ni cortapisas de una sociedad con equilibrio de poderes, a qué ritmo funcionaría Sevilla y adónde nos llevarían. Pensarlo es una penitencia saludable.


El Silencio, cuyo hermano mayor es Antonio Rodríguez Cordero; la Quinta Angustia, comandada por Manuel Losada Serra, y el Santo Entierro, dirigida por Luis Miguel Onieva Giménez, encarnan el rol de irreductibles del machismo y del inmovilismo. Bien fácil es reconocerles ese derecho a las mujeres, no hace falta esperar a que una lo solicite, ni a que otra quiera sacar papeleta de sitio. Lo importante es la norma, no el número de nazarenas. Tenían a su favor que iban a ponerse al día el Gran Poder, el Amor, las Penas y otras de las que formaban parte del vagón de cola. En esa bulla podían haberse metido para dar carpetazo a este anacronismo. Ni por esas. Y con sus últimas excusas incurren en un ridículo de chirigota. Esgrimen, por ejemplo, que no pueden hacerlo porque están centrados en la crítica al aborto. ¿Acaso las demás hermandades son proabortistas?


Los hermanos mayores del Silencio y del Santo Entierro formaban parte ayer de una mesa redonda sobre transmisión de la fe en la familia, junto a miembros de la Asociación Católica de Propagandistas, en un foro de católicos y vida pública. A lo que se ve, en su modelo de familia las esposas, madres, hijas, sobrinas, tías, primas, abuelas, cuñadas y suegras no tienen derecho a protagonismo ni a vida pública. En este evento, titulado Testimonio cristiano en una sociedad laicista, a lo largo de dos días, han intervenido 22 personas, comenzando por el arzobispo Asenjo, que presidió la inauguración. Los 22 son hombres. Todo un síntoma. ¿La sociedad sólo es cosa de hombres? Por eso no es anecdótico el capítulo de las nazarenas.



Juan Luis Pavón, Diario de Sevilla, 14.02.2010

lunes, 15 de febrero de 2010

El Ángel del gueto de Varsovia

Tal día como hoy hace 100 años nació Irena Sendler (15 de febrero de 1910)
Te preguntarás quién fue esta mujer que como tantas otras ha pasado desapercibida para gran parte de los mortales.
Seguro que te suena Oskar Schindler, si te gustó su historia, no dejes de interesarte por está mujer que se ganó el título de Ángel, cuya labor fue igual o incluso superior a la de Oskar.
Nos situamos en la II Guerra Mundial, Irena se arriesgaba diariamente para salvar la vida de niños y niñas, no dos, ni tres, ni siquiera 100, ayudó a más de dos mil quinientos infantes judíos a escapar del gueto de Varsovia en el que trabajaba como enfermera. Cualquier artimaña era buena para sacar a esos niños de su oscuro futuro, fingir enfermedades contagiosas, o sacarlos ocultos, cualquier escondite era valido, cajas de herramientas, o sacos de patatas; lo importante era sacar a esos niños del infierno en el que se encontraban.
Incluso adiestró a un perro para que ladrara a los soldados que se trataban de inspeccionar su vehículo, los cuales no se atrevían a acercarse. Los ladridos del cánido además amortiguaban los posibles ruidos de los camuflados.
Sacaba a los hijos de judíos del gueto y después se encargaba de que tuvieran una nueva familia de acogida, tarea nada fácil en aquellos momentos.
Irena llevó un registro codificado de familias, para poder localizarlas a posteriori y volver a unir a los supervivientes.
Esta gran mujer fue descubierta, y torturada por la Gestapo, pero aguantó y aguantó sin revelar el destino de los niños que había sacado del gueto. Fue condenada a muerte, pero mientras esperaba la ejecución fue sorprendentemente liberada por la resistencia.
Su historia se dio a conocer muchos años después, en el año 1999, por su labor esta heroína ha recibido diferentes premios, y fue nominada al premio Nobel de la Paz en 2007, pero fue finalmente Al Gore quien recibió la recompensa.
Por supuesto pienso que es necesario luchar contra el cambio climático, y creo que Al Gore hizo un trabajo considerable, sin embargo arriesgar tu vida por salvar la de muchas otras personas creo bien merece un Nobel, galardón que Irena ya no podrá recibir, al menos en vida, falleció el 12 de mayo de 2008.
Por desgracia no sé si es que la aportación femenina no está suficientemente valorada, o si lo que pasó en la II Guerra Mundial ya está pasado de moda o simplemente que los intereses políticos y/o económicos son infinitamente mayores que salvar más de 2500 vidas.
Si quieres más información sobre esta mujer puedes leer su biografía: “La madre de los niños del holocausto”, Anna Minesxkowska
Visitar la web de Irena Sendler
O ver la película basada en su biografía “The courageous Heart of Irena Sendler”

viernes, 12 de febrero de 2010

Berthe Morisot



Como bien sabemos, el número de nombres de mujeres artistas que conocemos es muy reducido si lo comparamos con el de hombres. Eso no significa que no las hubiera. A pesar de que en el Impresionismo siempre suenan con fuerza Monet, Degas, Sisley o Renoir, también hubo unas aportaciones femeninas sumamente interesantes, que dieron al estilo nuevos matices, no exentos de una sensibilidad y un enfoque ciertamente diferente al masculino.

Así, pintoras como Eva Gonzalès, Marie Bracquemond o Mary Cassatt brillan por méritos propios. Y entre ellas sobresale especialmente Berthe Morisot (1841-1895), privilegiada creadora que aplicó las novedades impresionistas no sólo a los paisajes al aire libre tan típicos del movimiento (en los que ella introduce, a veces, juegos infantiles), sino también a la representación de interiores, en los que despliega toda su exquisita sensibilidad, posicionándose como la más capacitada de entre todo este grupo en la captación de las escenas cotidianas, intrascendentes, que suceden en las habitaciones de una casa.

En sus pinturas de interiores domésticos, Morisot nos suele mostrar a personajes femeninos realizando diversas tareas. Es evidente que el enfoque de estas escenas es sustancialmente distinto a la visión ofrecida por autores como Degas o Renoir, más interesados en la captación del desnudo femenino. Nuestra autora, sin embargo, aboga por unas mujeres pensantes, reflexivas, tanto si están leyendo como si se están cambiando de ropa. La sensación que la visión de este tipo de cuadros produce en el espectador es de sosiego y tranquilidad, algo a lo que ayuda una habitual luz clara que suele inundar las estancias, provocada por alguna ventana abierta (que a veces no vemos, pero intuimos), lo que le sirve a la pintora para mostrar la captación del momento inmediato típicamente impresionista, a la vez que nos habla de su virtuosismo técnico a la hora de manejar la gama del blanco y otros colores pastel.

El resultado final es de gran encanto y pone a la pintora, como decimos, a igual altura que a sus contemporáneos.

En la imagen, El espejo, en el Museo Thyssen-Bornemisza

Si pulsas aquí podrás ver una galería con algunas de las obras más representativas de Morisot.

También puedes leer esta entrada en el blog ¡Qué de Arte!, dedicado a la Historia del Arte.

martes, 9 de febrero de 2010

escrito por una profesora de música

CONTRA LA TONTUNA LINGÜÍSTICA, UN POCO DE GRAMÁTICA BIEN EXPLICADA

Yo no soy víctima de la LOGSE. Tengo 48 años y he tenido la suerte de estudiar bajo unos planes educativos buenos, que primaban el esfuerzo y la formación de los alumnos por encima de las estadísticas de aprobados y de la propaganda política.

En párvulos (así se llamaba entonces lo que hoy es "educación infantil", mire usted) empecé a estudiar con una cartilla que todavía recuerdo perfectamente: la A de "araña", la E de "elefante", la I de "iglesia" la O de "ojo" y la U de "uña".

Luego, cuando eras un poco más mayor, llegaba "El Parvulito", un librito con poco más de 100 páginas y un montón de lecturas, no como ahora, que pagas por tres tomos llenos de dibujos que apenas traen texto.

Eso sí, en el Parvulito, no había que colorear ninguna página, que para eso teníamos cuadernos.En EGB estudiábamos Lengua Española, Matemáticas (las llamábamos "tracas" o "matracas") Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, Plástica (dibujo y trabajos manuales), Religión y Educación Física. En 8º de EGB, si en un examen tenías una falta de ortografía del tipo de "b en vez de v" o cinco faltas de acentos, te suspendían.En BUP, aunque yo era de Ciencias, estudié Historia de España (en 1º), Latín y Literatura (en 2º) y Filosofía (en 3º y en COU).

Todavía me acuerdo de las declinaciones (la 1ª.: rosa, rosa, rosa, rosae, rosae, rosa en el singular; -ae, -ae, -as, -arum, -is, -is, en el plural; la segunda;-us, -e, -um, -i, -o, -o, en el singular; -i, -i -os, -orum, -is, -is, en el plural; no sigo que os aburro), de los verbos (poto, potas, potare, potavi, potatum, el verbo beber), de algunas traducciones ("lupus et agni in fluvi ripa aqua potaban; superior erat lupus longeque agni": el lobo y elcordero bebían agua en el río; el lobo estaba arriba, lejos del cordero; "mihi amiticia cum domino erat": yo era amigo del señor).

Leí El Quijote y el Lazarillo de Tormes; leí las "Coplas a la Muerte de su Padre" de Jorge Manrique, a Garcilaso, a Góngora, a Lope de Vega o a Espronceda... Pero, sobre todo, aprendí a hablar y a escribir con corrección. Aprendí a amar nuestra lengua, nuestra historia y nuestra cultura. Aprendí que se dice "Presidente" y no Presidenta, aunque sea una mujer la que desempeñe el cargo.
Y... vamos con la Gramática. En castellano existen los participios activos como derivado de los tiempos verbales. El participio activo del verbo atacar es "atacante"; el de salir es "saliente"; el de cantar es "cantante" y el de existir, "existente". ¿Cuál es el del verbo ser? Es "el ente", que significa "el que tiene entidad", en definitiva "el que es".
Por ello, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se añade a este la terminación "-nte".Así, al que preside, se le llama "presidente" y nunca "presidenta", independientemente del género (masculino o femenino) del que realiza la acción.
De manera análoga, se dice "capilla ardiente", no "ardienta"; se dice "estudiante", no "estudianta"; se dice "independiente" y no "independienta"; "paciente", no “pacienta"; "dirigente", no dirigenta"; "residente", o "residenta”.

Y ahora, la pregunta del millón: nuestros políticos y muchos periodistas (hombres y mujeres, que los hombres que ejercen el periodismo no son "periodistos"), ¿hacen mal uso de la lengua por motivos ideológicos o por ignorancia de la Gramática de la Lengua Española? Creo que por las dos razones. Es más, creo que la ignorancia les lleva a aplicar patrones ideológicos y la misma aplicación automática de esos patrones ideológicos los hace más ignorantes (a ellos y a sus seguidores).


No me gustan las cadenas de correos electrónicos (suelo eliminarlas) pero, por una vez, os propongo que paséis el mensaje a vuestros amigos y conocidos, en la esperanza de que llegue finalmente a esos ignorantes semovientes (no "ignorantas semovientas", aunque ocupen carteras ministeriales).

Lamento haber aguado la fiesta a un grupo de hombres que se habían asociado en defensa del género y que habían firmado un manifiesto... Algunos de los firmantes eran: el dentisto, el poeto, el sindicalisto, el pediatro, el pianisto, el golfisto, el arreglisto, el funambulisto, el proyectisto, el turisto, el contratisto, el paisajisto, el taxisto, el artisto, el periodisto, el violinisto, el taxidermisto, el telefonisto, el masajisto, el gasisto, el trompetisto, el violinisto, el maquinisto, el electricisto, el oculisto, el policío del esquino y, sobre todo, ¡el machisto!

SI ESTE ASUNTO NO TE "DA IGUAL", PÁSALO POR AHÍ, A VER SI LE TERMINA LLEGANDO A LA MINISTRA DE "IGUAL-DA".

Blog para la Igualdad

I.E.S. "Federico Mayor Zaragoza" (Sevilla)

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